domingo, 10 de abril de 2016

¿Para qué sirven los satélites?

Los satélites tienen propósitos diversos:
  • Satélites de Comunicaciones:

Forman parte de la vida cotidiana de las personas, se utilizan para transmitir señales de radio, televisión, telefonía e Internet.
Los satélites actúan como espejos espaciales. Una estación terrena manda información al satélite y este la retransmite hacia otra estación terrena.

  • Satélites de Navegación:

Al comienzo, el uso de estos satélites estuvo relacionado básicamente con aplicaciones militares para la orientación y seguimiento de misiles, barcos de guerra, submarinos, etc. Actualmente, los sistemas globales de navegación por satélite (GPS -EEUU-, Galileo –Unión Europea-, GLONASS -Rusia-, etc.) son utilizados para saber la localización precisa de objetos, personas, vehículos, embarcaciones, etc., en cualquier parte del planeta. Los equipos receptores se comunican con los satélites y calculan las coordenadas geográficas en las que éstos se encuentran.

Modelo del satélite ruso GLONASS K, en la Feria CeBIT 2011.


Sistema de navegación por satélite utilizado en un petrolero: carta naútica electrónica.
Cortesía de Wikimedia Commons. Hacer clic para zoom

  • Satélites de Observación de la Tierra:

Como su nombre lo indica, fueron creados para observar la Tierra. Estos satélites tienen sensores con características especiales para captar imágenes a enormes distancias. Estos instrumentos no sólo permiten ver la Tierra como lo haría el ojo humano –es decir, la parte visible del espectro electromagnético-, sino que registran información que a simple vista no se percibe, como por ejemplo, la temperatura de los océanos, la presencia de clorofila, la humedad de los suelos, entre muchas otras variables.

Los Satélites Meteorológicos forman parte de los satélites que observan la Tierra aunque su función específica es observar la atmósfera y registrar el comportamiento de los fenómenos naturales que se producen en ella (corrientes de aire con distintas temperaturas, masas de nubes, formación y desplazamiento de huracanes, etc.) para realizar pronósticos sobre el estado del tiempo y elaborar modelos climatológicos que permitan evaluar y diseñar planes de acción para evitar o atenuar consecuencias ambientales y sociales.


El Sputnik 1 y la misión SAC-D/Aquarius son dos buenos ejemplos para detenerse y analizar la información acá detallada.


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